domingo, 12 de mayo de 2013

El 15 es nuestro día


El escudo de la autoestima.

"Ser familia" no es sólo compartir lazos de sangre o unos genes; "ser familia" es también una tarea.
En este artículo abordaremos un elemento fundamental, esencial en la relación familiar y sobre todo relacionado  con los  hijos, esos "locos bajitos".
Todos los padres queremos lo mejor para nuestros hijos: que sean buenos, que vivan felices, que sean competentes, que sean capaces de tener amigos, que aprovechen las oportunidades que se les presenten, que tengan éxito...
La tarea más importante que tenemos como padres es ayudar a los hijos a desarrollar una fuerte autoestima. La autoestima es el escudo que mejor protege ante las asechanzas de la vida: las drogas, el alcohol, las relaciones inadecuadas, la delincuencia y otras conductas asociales... Educar en la autoestima es esencial para prevenir.

El poder de los padres.
¿Qué recordamos de nuestros padres?. Fueron quienes ejercieron mayor influencia en la forma de vernos y de sentirnos a nosotros mismos.
¿Qué quisimos de nuestros padres?. ¿Su perdón, reconocimiento, admiración...?. ¿Qué nos gustaría que nuestros padres apreciasen en nosotros hoy?.
Aún sin haber conseguido el aprecio de nuestros padres podemos dar a nuestros hijos el don del aprecio.
Cuando les aceptamos incondicionalmente, cuando les consideramos realmente, cuando les valoramos y apreciamos... estamos promocionando a nuestros hijos un escudo psicológico que les protege de por vida.

El espejo de los padres.
Somos un espejo para nuestros hijos, en el que se ven y aprenden. Las primeras lecciones sobre su valía las aprenden de nosotros:
  • de nuestra respuesta a su llanto el niño aprende que es importante,
  • de nuestra sonrisa el niño aprende que es encantador... Son los fundamentos de su autoestima.
Las primeras lecciones de su baja autoestima también las aprenden de nosotros. Aprenden la desesperanza cuando ven que su llanto de malestar no les proporciona alivio...
Cuando crecen, los niños se miran en otros espejos: maestros, compañeros, amigos, educadores. Pero siempre volverá al reflejo del espejo que le dieron sus padres.
Proporcionar un espejo positivo a los hijos no implica aprobar todo lo que hacen o dejarles que ellos tengan que dirigir la familia. Con una fuerte autoestima se puede lograr que los hijos se socialicen y sean razonables. Esto exige cuidar al hijo, cuidar de uno mismo y cuidar los puntos de comunicación entre ambos.

El modelo de la autoestima.
Ellos aprenden a valorarse a sí mismos mediante el ejemplo que les damos.
  • Aprenderán a perdonar cuando tenemos la autoestima suficiente para perdonarnos.
  • Aprenderán a poner límites y protegerse a sí mismos, a aceptar su aspecto y su conducta cuando nuestra autoestima nos lleva a nosotros a hacer lo mismo.
Por eso necesitamos valorarnos a nosotros mismos lo suficiente como para atender a nuestras necesidades básicas como personas y como padres.
De esa forma nuestros hijos aprenderán que tanto ellos como nosotros somos importantes. Ocurre como en todo: no podemos predicar lo que no vivimos.

ACTIVIDADES Y PROPUESTAS PARA TRABAJARLAS EN FAMILIA:
Trabajo familiar a realizar sólo por los adultos o toda la familia.
  1. Leer el texto del capítulo y comentar las propias experiencias, recuerdos, vivencias, logros, dificultades... sobre lo que se dice en él. 
  2. Puede facilitar esta tarea el hecho de completar (por escrito) las siguientes frases incompletas. Después compartirlas en el grupo, se habla sobre cada una de ellas:
    • Yo quiero para mis hijos... (Señalar tres aspectos. Decir por qué). 
    • La tarea más importante que tengo como padre/madre es... 
    • Yo temo que a mis hijos... 
    • Yo espero que mis hijos... 
    • Recuerdo que mis padres de pequeño me decían... (Recordar tres frases). 
    • Mi hijo (recordar a cada uno) se parece a mí en...
 La cuestión es que esto nos sirva para:
  1. Valorar lo que hemos recibido de nuestros padres, lo que nos sirve o puede servirnos hoy con nuestros hijos y aquello que vemos muy claro que conviene cambiar o mejorar en nuestra práctica.
  2. Contrastar lo que pensamos y deseamos en relación con la "educación de nuestros hijos en la autoestima" y lo que hacemos realmente: ¿en qué necesitamos mejorar, cambiar?, ¿qué estamos haciendo bien ya y necesitamos afianzar?.
  3. Buscar formas, estrategias, medios,... para llevar a la práctica los cambios que necesitamos con realismo, de manera que al cabo de una semana -por citar un tiempo concreto- nos podamos preguntar si lo hemos llevado a la práctica o no, viendo logros, errores cometidos y sus causas, dificultades y las oportunidades que todavía tenemos.
"Somos andando" y en la medida que mantengamos el rumbo hacia lo que queremos conseguir sin dejarnos llevar por el efecto de nuestras limitaciones y errores (somos humanos)... lo  iremos alcanzando, con toda seguridad.

PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:
Y un apunte más, desde la perspectiva cristiana:

No hay comentarios:

Publicar un comentario