lunes, 21 de noviembre de 2011

¿De qué crisis estamos hablando?

La Comisión General de Justicia y Paz hizo publico hace sólo unos días un comunicado con el que exponía una serie de "consideraciones ante la crisis económica y financiera" tratando de puntualizar sobre lo que entendemos por tal crisis y sus raíces más profundas, ofrecía además una serie de propuestas a todos los niveles para abordar la actual situación con sentido de la responsabilidad y en coherencia con lo que nuestro mundo real necesita.
A modo de síntesis les presentamos aquí sus líneas generales:

REALIDAD.
"La profunda crisis en la que estamos inmersos ha recibido diferentes adjetivos como: económica, financiera, de deuda, de mercado, social, etc. Todos tienen su justificación y su razonamiento, pero deberíamos admitir que si cada uno de los calificativos puede explicar algunas de las características del actual momento, por sí solo ninguno de ellos es suficiente para acertar en el diagnóstico ni para proporcionar pistas eficientes de cara a su solución.
Ya antes del 2007 había voces que nos advertían de las graves desequilibrios sociales pero:
  1. Hemos cometido el error de no haberlas escuchado ni observado todo lo que ya auguraba la situación que ahora padecemos.
  2. Esas voces señalaban la hipertrofia del sistema financiero global: desconexión de la economía real y productiva convirtiéndose en pura especulación sobre todo tipo de bienes y el ánimo de lucro a corto plazo, provocando enormes ganancias para unos pocos y fuerte endeudamiento de la gran mayoría, tanto a  nivel local como internacional.
  3. Mientras que "cada país ha ido haciendo mirando exclusivamente sus propios intereses" los "problemas derivados de ese individualismo nacionalista no pueden ser resueltos sin la intervención absoluta de todos".
Esa situación sigue hoy vigente y más agudizada todavía; se caracteriza por profundas desigualdades de todo tipo, especialmente en las posesiones y en las capacidades de decidir e influir. Esto significa que "esas profundas desigualdades provocadas por esa capacidad de algunos de decidir lo que la mayoría no puede debería reflejarse en la asunción de responsabilidades que, de facto, no asumen, no reconocen porque carecen de honestidad y humildad".
Esto demuestra y deja en evidencia el transfondo de toda esta crisis: "Crisis de actitudes, de ideología, de sentido y de valores". El factor económico es más una consecuencia que el origen del  problema.
ALTERNATIVAS GLOBALES.
Para cambiar la situación es necesario:
  • Sustituir el individualismo, el materialismo y el egocentrismo por la solidaridad y el bien común a escala mundial.
  • Querer hacer bien las cosas, con responsabilidad y por el bien de la colectividad.
  • Querer trabajar mejor para satisfacer las necesidades individuales y colectivas, de todas las personas y de la persona en su integridad.
  • Los dirigentes económicos, políticos, sociales, culturales, religiosos, etc., deben predicar y actuar con el ejemplo por el mero hecho de que son mucho más influyentes que los demás en la toma de decisiones, en el reparto de los bienes y en los dictados y mensajes difundidos a través de los medios de comunicación.
Sólo así podremos lograr un desarrollo humano integral, en todas sus dimensiones y sin diferencias, donde el crecimiento económico sea un instrumento y no una finalidad en sí mismo.
NUESTRAS PROPUESTAS.
Tomando como base la doctrina social de la Iglesia, que es nuestro referente fundamental y confiando en que entre todos podemos conseguir transformar la situación actual pedimos:
1.  A los responsables de las instituciones políticas internacionales, estatales y locales, y a los dirigentes políticos en general:
  • Profunda reforma del sistema financiero global.
  • Frenar la especulación, especialmente sobre bienes básicos.
  • Avanzar en la eliminación de los paraísos fiscales y en la lucha contra la corrupción.
  • Mantener y reforzar las políticas y los recursos económicos de ayuda al desarrollo de todas las naciones.
  • Economía productiva por encima de la economía financiera.
  • Exigir una mayor contribución fiscal a los grandes capitales y a las rentas más altas.
  • Las políticas de austeridad en el gasto público deben aplicarse especialmente sobre todo tipo de gastos  superfluos y  específicamente sobre el gasto militar, garantizando y salvaguardando aquéllas partidas del presupuesto que deben ser consideradas prioritarias: siempre en función de las necesidades  de primer orden de la población.
  • Control de la financiación y los gastos de los partidos políticos y reforzar la transparencia y el control sobre las Cuentas Públicas.
  • Revisar las políticas que producen exclusión social o la afianzan.
  • Luchar más eficazmente contra la corrupción de los dirigentes políticos.
  • Selección y formación de responsables políticos y militantes en espíritu de veracidad y honradez: listas electorales abiertas, elecciones primarias y reglas de mayor democracia interna en todos los partidos políticos.
  • La política debe ser un compromiso por la justicia y crear así las condiciones básicas para la paz.
2. A los sindicatos:
  • Coordinación internacional, para actuar con una única voz en grandes extensiones geográficas.
  • Defensa de los trabajadores como colectivo, independientemente del tamaño o tipo de empresa a la que pertenezcan, con una mayor atención a los desempleados.
  • Independencia de los partidos y del gobierno, evitando el corporativismo y pactar “paz social” a cambio de subvenciones, evitando toda posible institucionalización o instrumentalización política.
  • Implicación y coordinación con otros movimientos sociales a favor de  otras causas, como la ecologista, la pacifista, la de la lucha contra la pobreza o la defensa de los derechos humanos.
3. A los medios de comunicación social:
  • Deben servir a la dignidad humana, ayudando a la gente a vivir bien y a  actuar como personas en comunidad.
  • Deben unirse a la gente en la búsqueda de propósitos y objetivos comunes, ayudándoles a formar y apoyar auténticas comunidades políticas. Para ello es preciso que sean independientes de los poderes económicos y políticos.
  • Deben ser instrumentos de responsabilidad, llamando la atención sobre la incompetencia, la corrupción y los abusos de confianza a la vez que poniendo de relieve los buenos ejemplos de responsabilidad, competencia, espíritu cívico y cumplimiento del deber, independientemente de la propiedad de los mismos.
4. A los empresarios y emprendedores:
  • Debe hacer un esfuerzo por ofrecer más puestos de trabajo sabiendo que no obtendrá los beneficios y rendimientos de hace unos años e innovar con nuevas formas imaginativas y modelos de trabajo que permitan repartir las horas productivas a un mayor número de personas.
  • Socializar y humanizar el trabajo para que las nuevas generaciones de jóvenes, las mujeres y madres, los que sufren por la competitividad laboral, encuentren su lugar y su dignidad, atendiendo a sus diversas necesidades.
  • Orientar la productividad hacia las necesidades reales y por el beneficio común, que no rompan con las reglas de la sostenibilidad ambiental y humana.
  • Iniciar y promover iniciativas de economía social que hagan viable el acceso al trabajo a tantas personas que han quedado al margen del mercado laboral.
5. A los ciudadanos en general:
  • Cada persona, consciente de su dignidad, debe hacerse plenamente responsable de sus actos, trabajar en su propio desarrollo y contribuir a la consecución del bien común.
  • Aunque la responsabilidad de la crisis no debe repartirse por igual, cada persona debe contribuir a la salida de la misma asumiendo sus obligaciones ciudadanas.
  • Se animen a comprometerse responsablemente en sindicatos, organizaciones cívicas y sociales no gubernamentales o en los partidos políticos.
  • Es urgente un consumo más responsable, libre y consciente en todos los ámbitos, teniendo en cuenta su impacto en el medio ambiente, la justicia social y la paz en el mundo.
  • Hacer una apuesta clara a favor de la solidaridad con aquellas personas y colectivos que más sufren la crisis o que padecen la pobreza o la exclusión social.
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Pueden encontrar estos planteamientos más ampliamente y con mucha mayor precisión en los siguientes enlaces-web:
Para enriquecer aún más esta reflexión:
Y un documental "para pensar" en los hilos que mueven la realidad:


2 comentarios:

  1. Querido Santi.

    Leyendo la última aportación sobre la crisis, es verdad que todos estamos llamados a hacer un juicio, porque es fácil caer en decir que, esto no tiene solución o que esta depende de los que están en el poder. Todos sabemos a estas alturas que la crisis es una crisis de humanidad donde hemos podido constatar que el sistema financiero no salva al mundo. Pero en medio de esto hay gente que se ha puesto en marcha sin esperar a que otros resuelvan los problemas. Ya que no se puede cambiar todo de un plumazo tienen que cambiar ellos.

    En esta época de penuria hay gente que recoge alimentos para entregarlos a las familias que ya no llegan a final de mes. O crea espacios para acoger inmigrantes. Y se convierte así en factor de cohesión en nuestros pueblos y ciudades, con "un calor humano" que devuelve la esperanza a los más necesitados.

    En este momento en le que se destruye empleo, hay trabajadores que se sienten protagonistas de su trabajo y deciden bajarse el sueldo para que su empresa siga adelante y nadie quede fuera. O empresarios qeu asumen nuevos riesgos a favor de sus trabajadores y de nuevos empleos. Y cuando muchas familias se desesperan por la educación de sus hijos, hay padres que arriesgan tiempo y dinero par empezar una aventura de crear un colegio, abriendo un espacio amable dentro del barrio.

    Muchas famillias, ante las dificultades económicas, descubren el valor de hacer sacrificios y asumen un régimen de vida más sobrio. Incluso en un tiempo en el que se defiende a ultranza el propio bienestar, hay familias que adoptan a niños con graves deficiencias. O acogen jóvenes que nadie quiere, generando el milagro inmpensable de un afecto a la vida que hace menos violenta nuestra sociedad.

    ¿Qué une todas estas iniciativas? El convencimiento de que la realidad, incluso cuendo aparece negativa y difícil, provoca de nuevo el deseo de construir y comprometerse. El camino para soportar resignadamente la crisis, sino para afrontarla eficazmente, pasa por vivir la realidad como una provocación a nuestro deseo y nuestra capacidad de dejarnos interrogar por todo.

    Las iniciativas y el deso de construir sólo pueden sostenerse si la persona no queda aislada, si forma parte de un pueblo , no en contra de una enemigo sino por un bien deseado y perseguido, que hace descubrir que el trabajo de cada uno es bien para todos. De hecho los jóvenes si no encuentran uina experiencia humana diferente, un ideal por el que dar la vida, ¿cómo pueden percibir que el mundo puede cambiar?, ¿cómo sustraerse del ecepticismo?

    Sacado del manifiesto sobre "Como construir en tiempo de crisis" Un abrazo. Lourdes

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  2. Gracias Lourdes, por este comentario tan positivo y real: hay muchas cosas de ésas que tú mencionas, sólo que no salen por televisión, no tienen bombo ni platillo,.. pero ahí están, como la sal, como la levadura, dando motivos y razones para la esperanza.
    El artículo no pretende enseñarnos nada nuevo, ya lo sabemos todos, es verdad, pero está ahí para decirnos a nosotros mismos: "Hay mucho que hacer... pero se puede hacer".

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