martes, 10 de septiembre de 2024

Cambio Climático III: "Degradación"

(Continuación de: Cambio Climático II: "Terrorismo ecológico").

La Biblia es uno de los libros más editado y distribuido de todos los tiempos, con más de 5000 millones de copias. Es ante todo un libro de sabiduría.

En Génesis 1,15 dice: Tomó Yavé Dios al hombre y lo puso en el jardín de Edén para que lo labrase y cuidase”.

¿Estamos labrando y cuidando este maravilloso planeta para que sea un verdadero jardín para Todos los Seres Humanos y Todos los demás Seres de la Creación?. Por ahí debe ir la Ecología Integral.

Por las abundantes respuestas recibidas a los dos Comentarios (I) y (II), es evidente que hay una preocupación grande en muchas personas por el Cambio Climático y sus consecuencias. En una reunión con tres personas jóvenes, una de ellas profesionalmente más cercana al problema, manifestaban su gran inquietud por la deriva que puede tener el Cambio Climático. Otras respuestas se hacían la pregunta evidente: ¿qué podemos hacer?.

En posteriores comentarios abordaremos algunas posibles respuestas a la pregunta, pues la comunidad científica, cada vez más abundante, ofrece progresivamente más pistas de acción y compromiso con la solución de este problema. De momento seguiremos viendo más aspectos relativos al Cambio Climático: sus causas y sus consecuencias, que ya nos abrirán un poco de luz, para después tratar las respuestas que podemos dar al problema a nivel personal, social y polítco.

Desertización y desertificación.

Hay dos palabras parecidas, desertización y desertificación, que a veces se usan indistintamente, pero que su significado es muy diferente y las consecuencias también:

La desertización es un proceso natural en el que una zona va cambiando de húmeda a desértica por procesos naturales, sin la intervención humana, por ejemplo, el Sahara, que hace miles de años era una sabana, como se puede observar por las pinturas rupestres de Tassili n’Ajjer. Sin embargo, en la actualidad es una zona desértica azotada por la falta de agua.

La desertificación es un proceso de degradación en el que una zona fértil pierde su potencial de producción debido a variaciones climáticas y sobre todo a la intervención humana. La desertificación implica la pérdida de suelos fértiles y la incapacidad de los ecosistemas de cumplir con su función reguladora y suministrar bienes y servicios a la humanidad. Las zonas geográficas susceptibles de sufrir este efecto son las áreas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. De acuerdo a esta definición, España es el país europeo con mayor riesgo de desertificación: el 75% del territorio nacional se encuentra en peligro de sufrirla y un 6% ya se ha degradado de forma irreversible, sobre todo en la vertiente mediterránea andaluza y las Islas Canarias.

Según la ONU, cada año desaparecen más de 24.000 millones de toneladas de suelo fértil. De hecho, hoy en día dos tercios de la Tierra están inmersos en un proceso de desertificación y, de no tomar medidas, en 2050 se habrán perdido 1,5 millones de km2 de tierras agrícolas, (equivalen a 150 millones de hectáreas) que son esenciales para mantener la biodiversidad y alimentar a la población humana.

Las principales actividades humanas que impulsan la desertificación son:

1)- La deforestación: es tala de un bosque, eliminándolo por completo, para dar espacio a algo más en su lugar. La principal causa de la deforestación es la agricultura insostenible e ilegal, que da pie a cultivos comerciales como el aceite de palma y el caucho en fincas de miles de hectáreas.

Los bosques cubren casi una tercera parte de la Tierra, lo que equivale aproximadamente a unos 4.060 millones de hectáreas, pero desde principios de este siglo, el planeta ha perdido un total de 411 millones de hectáreas de masa forestal, lo que equivale a cerca del 10% de la cobertura que había en 2001. (Fuente: National Geographic).

Estamos perdiendo masa forestal a gran ritmo:120.000 Km2 de bosque cada año (C.Taibo op.cit.).

2)- Las malas prácticas agrícolas, desde cosechas sin rotación a suelos desprotegidos o al uso de fertilizantes y plaguicidas químicos, etc.

En 2019 España importó 2,4 millones toneladas de soja brasileña transgénica, como lo es el 90 % de la producida en EE.UU y Argentina. La UE es el segundo importador mundial de soja, después de China, con 33 millones de toneladas anuales.

3)- La sobreexplotación de recursos naturales como consecuencia, por ejemplo, de una gestión irresponsable de la vegetación o del agua. Ejemplo: el Torero Litri, investigado por extraer 2.000 millones de metros cúbicos de los acuíferos de Doñana a través de 4 pozos, y la Casa de Alba por supuesta utilización clandestina de 8 pozos (Fuente: EL CIERRE DIGITAL).

4)- Las malas prácticas ganaderas, como el sobrepastoreo, que erosionan gravemente la tierra e impiden la regeneración de la vegetación.

Otros factores:

5)- Incendios forestales: Investigadores de la Universidad de Maryland, calculan que, actualmente, los incendios forestales abarcan 3 millones más de hectáreas de pérdida de cobertura arbórea al año en comparación con el año 2001. En 2021 causaron una perdida de 9,1 millones de hectáreas.

Los bosques boreales almacenan entre el 30 % y el 40 % de todo el carbono terrestre del mundo, pero si acabamos con ellos, aumentarán vertiginosamente los GEI y sus consecuencias.

En la región sudamericana, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) contabilizó, a finales de 2020, un total de 222.798 incendios forestales, más del 50 % de ellos localizados en la Amazonía.

6)- Explotación maderera y otros productos sin control: En 2018, la Amazonia brasileña había perdido 741.759 km2 de su cubierta forestal original, principalmente debido a la expansión agrícola. Esto se aceleró durante la presidencia de Jair Bolsonaro, cuando la tala de bosques aumentó un 59,5%, pues se talaron o quemaron más de 2.000 millones de árboles.

Un puñado de gigantes mundiales domina la industrialización de la selva amazónica, extrayendo decenas de miles de millones de dólares en materias primas cada año, desde la mayor mina de hierro del mundo (la minera brasileña Vale) que desde 2010, ha extraído más de 4.000 millones de toneladas de hierro de la mina de Carajás, en el estado de Pará, por valor de 220.000 millones de dólares, hasta una industria ganadera que sacrifica más de 6 millones de animales al año; con todo ello la selva pierde cada día más biodiversidad, con daño muy grave para ella y sus habitantes nativos que tanto están luchando por defender el pulmón de la tierra:

Pará también alberga Alunorte, la mayor refinería de aluminio fuera de China, que desde 2014 ha generado unos ingresos de 15.300 millones de dólares para la empresa minera noruega Norsk Hydro, propiedad en parte del Gobierno noruego.(Fuente: The Guardian-el Diario AR, junio 2023).

7)- Crisis del sector primario, éxodo rural y abandono de terrenos productivos: hablar del abandono del campo, no puede quedar en puro lamento porque de él depende, sin discusión, nuestro presente y futuro. Y no sólo porque el medio rural y natural es quien nos alimenta, que ya sería una razón definitiva, sino porque sólo él nos puede proteger de los peores impactos de la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad, la gran amenaza inminente para nuestra supervivencia, porque los ecosistemas naturales del mundo rural, como bosques, pastos o humedales, pueden convertirse, si los protegemos, en nuestros grandes aliados como sumideros de CO2. Por el contrario, si los descuidamos, pueden empeorar radicalmente el escenario a base de se-quías y grandes incendios forestales.

Sin los ecosistemas naturales nos quedamos sin comida y sin salud ambiental.

La lucha contra el despoblamiento no sólo es cuestión de justicia social, porque los pueblos vivos son imprescindibles para hacer frente a la crisis ecológica.

8)- Crecimiento urbano desordenado, sobre todo en zonas costeras: Por 1962 me tocó vivir unos dos en Avilés, Asturias, a donde estaba llegando un aluvión de familias enteras, procedentes del campo, a trabajar en diferentes industrias que se estaban instalando en la periferia de la ciudad. Venían personas mayores que nunca habían salido del pueblo, que no se atrevían a salir a la calle, encerradas en pésimas viviendas, oscuras, rodeadas de contaminación, en casa todo el día. Cuando las ibas a visitar apenas te hablan, y no hacían más que llorar. Para ellas perder el pueblo, fue perder la vida.

9)- Subida del nivel de los mares: El nivel del mar aumentará 30 centímetros para 2050, independientemente de cuánto seamos capaces reducir las emisiones globales de carbono. El aumento del nivel del mar es uno de los efectos del cambio climático por el calentamiento global.


Faustino Vilabrille

faustino@faustinovilabrille.es

(CONTINUARÁ).

Ver artículo original: "Cambio Climático III".


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