UCRANIA: Tanques, misiles y aviones de guerra, de mal en peor.
La locura de la guerra, de la ambición, del dominio y del poder.
UCRANIA: Tanques, misiles y aviones de guerra, de mal en peor.
La locura de la guerra, de la ambición, del dominio y del poder.
Quien se acerca una y otra vez a las bienaventuranzas de Jesús advierte que su contenido es inagotable. Siempre tienen resonancias nuevas. Siempre encontramos en ellas una luz diferente para el momento que estamos viviendo. Así «resuenan» hoy en mí las palabras de Jesús.
El evangelista Mateo cuida mucho el escenario en el que va a hacer Jesús su aparición pública. Se apaga la voz del Bautista y se empieza a escuchar la voz nueva de Jesús. Desaparece el paisaje seco y sombrío del desierto y ocupa el centro el verdor y la belleza de Galilea.
Los evangelistas se esfuerzan por diferenciar bien el bautismo de Jesús del bautismo de Juan. No hay que confundirlos. El bautismo de Jesús no consiste en sumergir a sus seguidores en las aguas de un río. Jesús sumerge a los suyos en el Espíritu Santo. El evangelio de Juan lo dice de manera clara. Jesús posee la plenitud del Espíritu de Dios, y por eso puede comunicar a los suyos esa plenitud. La gran novedad de Jesús consiste en que Jesús es «el Hijo de Dios» que puede «bautizar con Espíritu Santo».
El Bautismo político de la Iglesia y de todos con la Humanidad.
Celebramos hoy la Fiesta del Bautismo de Jesús: Bautizarse es decidirse
por Jesucristo para seguirlo. Seguirlo, ¿para qué?.
Para hacer en este mundo lo mismo que El hizo. ¿Qué hizo Jesús?.
Juan 1,29-34:
Los relatos evangélicos no se detienen demasiado en la descripción del bautismo de Jesús. Dan más importancia a la experiencia vivida por él en aquella hora, y que es, sin duda, determinante para su actuación futura.