martes, 29 de agosto de 2023

La campaña electoral que queremos

Con los ojos fijos en Él, en la realidad y la fe. 

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz. Carta No. 199 – 27 agosto 2023 

“¡No pierdan nunca la valentía de soñar y de vivir en grande! sean campeones de fraternidad; afronten los desafíos de la vida dejándose orientar por la creatividad fiel de Dios y por buenos consejeros.”  Papa Francisco a los jóvenes en la JMJ 2023.

Terminó la primera parte del proceso electoral.  Escogimos a dos candidatos y el 15 de octubre elegiremos al nuevo presidente.  Como sucede en muchos casos y países, tendremos ‘balotaje’, una segunda vuelta entre los dos más votados.  Proclamados los resultados oficiales inicia una nueva campaña electoral.

Hemos sido testigos, en varios procesos electorales, de cómo los partidos y movimientos políticos y los candidatos, en lugar de plantear sus propuestas, presentar y defender sus planes de gobierno, atacan a sus contrarios de manera burda, exponiendo sus antecedentes personales, falta de honradez, inexperiencia, desacreditan sus estudios y profesión, inventan incapacidades, husmean sobre sus bienes, carácter, aspecto físico… ‘sacan todos los cueros al sol’, haciendo interpretaciones maliciosas o inventando falsedades para descalificarlo.  Todos dejan de lado la ética política.

Hablan sobre la familia, padre, madre, hijos, círculo de amigos, de trabajo, de empresa, de los movimientos políticos que lo apoyan, de los intereses económicos que representa, de los respaldos -principalmente financieros- que reciben para su campaña...  Pero ¿será verdad? o se armarán mentiras, utilizando todo tipo de artimañas, incluso de las nuevas tecnologías de comunicación.  Se lanzarán juicios condenatorios y temerarios que resten puntos al oponente frente a sus seguidores y a los indecisos electores.

Harán esto aprovechándose de que buena parte de la población carece de formación política y de conciencia crítica frente a decisiones importantes, por lo que no le interesa conocer ni analizar las propuestas de los candidatos, simplemente se dejan llevar por las subjetividades, minuciosidades, banalidades, que las asumen como verdaderas y sin verificar las difunden en sus círculos familiares, grupales o sociales.

En estos casos, el populismo es palpable, los aspirantes terminan ofreciendo lo que no cumplirán, engañando al pueblo y manipulando sus necesidades y expectativas.  Ofrecerán una sociedad segura, sin delincuencia, sin corrupción, con empleo, con trabajo, con crecimiento económico y con salud, educación y bienestar para todos, sin decir cómo, cuándo ni de dónde obtendrán el presupuesto para hacerlo…

Al faltar transparencia y no decir la verdad se crea una sociedad que se divide por uno u otro candidato.  En medio de mentiras, el ganador llega desprestigiado y sin apoyo de casi la mitad de la población.  Terminamos injuriando a ‘los otros’ y sintiéndonos ofendidos por ‘los demás’, por lo que atacamos, amenazamos, con ganas de ‘venganza’, generando división, conflicto y violencia.  Esto no es bueno ni justo.

Con estos antecedentes, como cristianos la campaña electoral que queremos debe ser distinta: exigimos que eleven el nivel de debate, sin mentiras ni engaños, sin insultos ni diatribas, que expongan propuestas serias y viables, para que con conocimiento de causa optemos por el mejor proyecto.  Soñamos a lo grande, en la fraternidad, en la solidaridad, en que los candidatos sientan que ‘el otro’ también es parte del ‘nosotros’ y que todos somos responsables del futuro del país.

Hay que confrontar siempre con la verdad, sustentando lo que decimos, analizando y valorando objetivamente las propuestas.  Tenemos el mandato de “no levantar falso testimonio ni mentir”, principio que debemos promover en nuestros círculos y trabajar arduamente para que en los medios de comunicación y en las redes sociales se difunda la verdad y no mentiras ni ataques u ofensas.

Frente a la dura realidad que vivimos es necesario promover la escucha y el diálogo, los acuerdos mínimos posibles y transparentes, la confrontación de ideas con altura y verdad, para que el candidato que gane genere, con el apoyo de todos, soluciones a los problemas que nos afectan, especialmente a las mayorías empobrecidas y excluidas.  Sólo la verdad nos lleva a la justicia y a la paz.  ·  #ComuniquemosEsperanza

Versión original: http://www.justiciaypaz.org.ec/2023/08/carta-no199-la-campana-electoral-que.html

Para contactar: cjusticiaypaz@gmail.com

PARA LA REFLEXIÓN Y LA PRAXIS:

  • ¿Qué denuncia este artículo?, ¿sucede algo similar, parecido o igual en la clase política española y canaria en todos los actos electorales?. ¿Por qué?, ¿qué se obtiene con ese proceder?.
  • ¿Qué actitudes destaca el articulo que se debieran vivir por parte de la clase política?. ¿Qué beneficios aportarían esas actitudes si todos los grupos políticos y sus personalidades se esforzaran por vivirlas?.
  • ¿Qué podemos hacer la ciudadanía y especialmente quienes nos consideramos cristianos para no entrar en ese juego tan absurdo como inútil además de degradante de la convivencia humana?.
  • ¿Qué actutudes necesitamos proponer, cultivar, promocionar cada cual en su propia formación política para que pueda llegarse al Bien Común de todo el país?.

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