10 años de Laudato Sí

La Laudato Si', la encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común, ha generado un movimiento global y ha impulsado un cambio de perspectiva sobre el cuidado del planeta y la relación con la creación. Si bien se han hecho avances significativos en la conciencia y la acción, queda mucho por hacer para transformar la cultura del consumismo y el desarrollo irresponsable, y construir un futuro sostenible.

En 10 años podría pensarse que teníamos tiempo para emprender cambios estructurales (gubernamentales, de relaciones internacionales, empresariales, políticos,…) y sociales (familia, escuela, asociacionismo,…) suficientes para revertir los grandes daños que la LAUDATO SÍ denunciaba y también para emprender el proceso de reconstrucción de lo que debería ser el buen cuidado de nuestra Casa Común. Pero ¿ha sido así?.

En lo positivo.

1.- Mayor toma de consciencia.

Ya había antes de la Laudato Sí muchas llamadas a tomar consciencia de cómo estábamos tratando a nuestro planeta, especialmente en lo referente al medio natural; la Laudato Sí sin embargo nos habla de “Ecología Integral” dejando muy claro que “no se puede defender únicamente el cuidado de las plantas y animales y de los ámbitos en que se desarrolla su vida si no se valora al mismo tiempo el cuidado, respeto absoluto a la vida humana, ni tampoco se puede defender la vida humana sin mostrar el mismo respeto al resto del medio natural”. La humanidad forma parte de la Creación, todo y todos estamos interconectados.

2.- Obtención de un cambio de perspectiva.

En consecuencia eso tiene que llevarnos a:

A)- Defender y promover la vida en todas sus formas:

• Respetando la vida y dignidad humanas en todas las etapas de su desarrollo.
• Promoviendo un consumo responsable, de manera que nuestras prácticas sean respetuosas con nuestros entornos naturales y sociales. Puesta en práctica de las RRR.
• ...

B- Idear modelos de desarrollo y producción que respete los ciclos naturales, la biodiversidad, ecosistemas, el equilibro ecológico,..

• Desterrando modelos extractivistas que esquilmen, degraden o destruyan los ámbitos en que se enclaven.
• Respetando la vida y costumbres de los pueblos que vivieron desde siempre en perfecta armonía con la naturaleza siendo de ella los mejores cuidadores.
• Promoviendo economías que sin dejar de ser productivas, generadoras de riqueza, son al mismo tiempo respetuosas con el medio ambiente y concienciadoras del uso inteligente de nuestros recursos (economía circular entre ellas).
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En lo negativo.

1.- Consumismo atroz.

Hemos seguido con la dinámica del usar y tirar que, por desgracia, la COVID-19 hizo ahondar más aún en nuestras prácticas con la excusa de la “prevención del contagio”.

1. Ya no sólo con las bolsas y demás elementos plásticos, sino también con elementos electrónicos (ya no se reparan impresoras, “sale más barato” comprar una nueva que reparar una antigua; etc…).
2. La obsolescencia programada sigue acortando los plazos en multitud de aparatos y sus componentes (ordenadores, móviles, electrodomésticos, vehículos,…).
3. -…

2.- Extractivismo salvaje.

Las grandes corporaciones energéticas y mineras amparadas por gobiernos títeres de sus intereses se implantan en espacios naturales de los que son expulsados sus pobladores de toda la vida.

1. Practican un extractivismo que sólo busca la obtención de beneficios para su bolsillo sin importar el daño humano y medioambiental consecuente.
2. Finalizado su negocio dejan los lugares hechos un auténtico desierto para la vida: contaminación y destrucción de unos hábitats muy difícilmente recuperables por no decir imposibles.
3. Esquilman los mares, arrebatan a las poblaciones costeras incluso su sustento y califican de piratas a quienes se atreven a plantar cara a las flotas de buques factoría.
4. Sobreexplotan bosques con talas abusivas, cuando no orquestan incendios para convertir enormes extensiones para monocultivos que benefician a unos pocos y dañan a todos los demás.
5. Persiguen y silencian las voces que osan denunciar todos estos atropellos con el silencio cómplices de los gobiernos de los países donde tienen su base este tipo de empresas.
6. ...

3.- Las COP resultan ineficaces.

La última, la COP 27. Se pierden en discursos que sólo buscan escurrir el bulto, evitar asumir responsabilidades y apartándose así de un serio debate sobre “desarrollo responsable, comercio justo y un futuro sostenible para todos”.

1. Hay países que ya tienen como costumbre negarse a ratificar incluso las tímidas resoluciones a las que se llega.
2. Las resoluciones se deben luego aprobar o no en cada país y concretar allí por lo tanto las maneras de llevarlas a la práctica; no son vinculantes ni obligan a la hora de la verdad a nadie,… con lo cual los graves problemas medioambientales no sólo no se acometen de ,manera corresponsable conforme se debiera sino que además se agrandan y agudizan.

Con razón…

Con razón la Laudato Sí causó tanto revuelo en EE.UU., en ciertos sectores economicistas que sabían mejor que nadie de qué hablaba el Papa Francisco en aquella encíclica.

Con razón fue atacada por sectores que “criticaban la injerencia de la Iglesia en cuestiones que –según ellos- no le competían”… cuando en realidad le competen totalmente pues la Iglesia tiene como misión en el mundo anunciar a Jesucristo, anunciar los Valores del Reino de Dios y aportar orientaciones que sirvan a toda la humanidad para hacer habitable la Tierra como Casa Común de toda la humanidad, Casa Común de la vida y espacio donde la dignidad humana y los derechos de la naturaleza sean realmente respetados.

Invitamos a todo el mundo a PARTICIPAR de alguna manera en la "Semana Laudato Si": https://social.conferenciaepiscopal.es/documentos/accioncaritativa/ecologiaintegral/semana-laudato-si-10-anos-de-la-enciclica-que-clama-con-los-pobres-y-con-la-tierra/

Santi Catalán
santi257@gmail.com