Todos los días oímos hablar del Cambio Climático. Nos dicen que es un gran problema para la humanidad y para el planeta en que vivimos. Se hacen reuniones al más alto nivel de gobernantes y científicos, y el Papa Francisco le dedicó una importante Encíclica. Incluso llegan a preguntarse si no estamos ante un colapso de la humanidad, y si esta no tendrá ya los días contados.
Vamos a
dedicar a este tema unos cuantos comentarios, que van a ser algo densos y algo
largos, y por eso los vamos a enviar cada 15 días. Es un gran problema, cuya solución
depende de todos, y por eso, que os animéis a leerlos atentamente. Muchas
gracias.
Cuidar de la naturaleza es cuidar de nosotros mismos.
INTRODUCCION:
En otros Comentarios ya hemos dicho algo sobre lo que es Conciencia Crítica,
Histórica y Política y sus contrarias: Conciencia Ingenua, Mágica y Mítica.
Nos
vendrá bien recordarlas para tenerlas en cuenta para reflexionar sobre los
Comentarios que enviaremos próximamente relativos a algunas de las realidades
más importantes de nuestro tiempo que nos afectan cada vez más a todos, así
como al planeta en que vivimos.
CONCIENCIA
CRÍTICA es la que analiza las causas, los causantes y las consecuencias de lo
que sucede, porque todo tiene un por qué y un para qué. Nada sucede por
casualidad.
CONCIENCIA
HISTÓRICA: analiza de dónde venimos, qué ha sucedido que nos condujo a la
situación en que estamos, y a dónde nos conducirá en el futuro
CONCIENCIA
POLÍTICA: se preocupa de las decisiones que debemos tomar a corto y medio plazo
para erradicar lo mal hecho y mejorar lo bien hecho, para un futuro mejor.
CONCIENCIA
INGENUA: es la de quien cree que los males que hay en la sociedad no tienen
solución, que siempre fue así y seguirá siendo así, que no merece la pena
molestarse y que cada uno se arregle como pueda.
CONCIENCIA
MÁGICA: es la de quien quiere resolver la vida con un golpe de suerte, y acude
a toda clase juegos de azar: loterías, quinielas, bonoloto, etc.
CONCIENCIA MÍTICA: Es la de aquellas personas que se dejan seducir por la propaganda de los mitos, sobre todo del deporte, la música y la moda, que los promueven mucho los políticos y las grandes empresas para distraer al pueblo y que no piense ni cuestione nada, o hacer publicidad para vender más, crear necesidades artificiales y compulsivas en el consumidor para que consuma más sin tener necesidad, cambie de coche, de piso, de ropa, solicite un crédito para ir de vacaciones, compre una tele mayor para ver deportes, fútbol, series, pague más para poder ver más de todo.
Algunos mitos del futbol cobran más de 250 millones de €, mientras que los mejores investigadores contra el cáncer no llegan a los 100.000 euros al año.
Estos
días de los JJ.OO. están en pleno apogeo los mitos. Vimos a gimnastas y
deportistas hacer proezas que supusieron enorme esfuerzo, tiempo y sacrificio
para llegar a esas metas: ¿no hubiera sido infinitamente mejor dedicar tanto esfuerzo
a hacer algo para el bien de la sociedad, porque todo eso no produce absolutamente
nada. ¿No estaría infinitamente mejor dedicado a investigar, mejoras para la
medicina, el medioambiente, la educación, la cultura, la alimentación, la
agricultura, las mejoras sociales para los más necesitados?. ¿No es un
escándalo pagar tanto por dar patadas a un balón, y pagar tan poco a quien investiga
e inventa cosas útiles para la sociedad?. ¿No es increíble ver a medio país
lamentarse por una rodilla rota de una deportista, y no hacer nada por los
miles de niños bombardeados, heridos, mutilados y muertos en Gaza por Israel?.
¡¡¡QUE HORROR!!!.
Hace poco
unos jóvenes manifestaban que preferían más que su equipo de fútbol subiese a
1ª que aprobar la EBAU: ¡PURO MITO!. Fútbol: opio del pueblo.
Todos los
seres humanos dependemos de la Naturaleza. Somos parte inseparable de ella. De
día, de noche, durmiendo y despiertos, consciente o inconscientemente,
dependemos de ella. Nuestro primer alimento, después de nacer, es el aire; su
oxígeno debe llegar constantemente a varios BILLONES de células de nuestro
cuerpo. Nuestros pulmones lo captan del aire en cada respiración y nuestro
corazón, que puede latir más de 2500 millones de veces durante una vida de 80
años, lo envía a cada célula en cada latido a través de la sangre: nuestro
corazón y todo ser vivo es una prodigiosa maravilla.
En este
mundo todo es ambivalente, pues casi todo sirve para el bien y para el mal,
como un simple cuchillo, que sirve para muchas cosas y también para acuchillar y
matar. Sí, hay una cosa que sólo sirve para el mal: las armas de guerra y los
gastos militares en torno a ella (más de dos billones de € al año: 1 billón es
un millón de millones).
En
próximos comentarios trataremos un poco un tema urgente: practicar la Ecología
y cuidar el Medioambiente. Hoy empezamos.
Cuidar la naturaleza es cuidarnos a nosotros.
La
tecnología es muy buena y hace maravillas, pero cada día que pasa, todos nos
emborrachamos más de ella, porque la tenemos en todas partes y en todas las
cosas. (¡Ojo!: hasta en las patatas fritas, adulteradas con un aditivo químico,
sabor jamón, que de este no tiene absolutamente nada y además es cancerígeno),
así como que estamos cada vez más controlados por la tecnología: nos controlan
los poderes públicos y más los económicos que ya lo saben todo de nosotros, por
dónde andamos, lo que nos gusta, lo que compramos, lo que buscamos, lo que
tenemos y hasta lo que ocultamos, incluida la cartera. Incluso confiamos en que
la tecnología nos asegure la supervivencia, pero no pensamos que la tecnología
es posible gracias a los elementos que nos da la naturaleza, y es esta la que
está realmente amenazada, porque la sobreexplotación a la que la estamos
sometiendo y la consiguiente presión climática que la obligamos a soportar,
junto con la adulteración de su estructura genética, pueden conducirnos al
colapso o claudicación de todo el Sistema Tierra, que nos llevará por delante a
nosotros mismos, a no ser que seamos capaces de desarrollar una tecnología que
cambie de raíz los actuales balances de poder, y que promueva la desaparición
de las asimetrías que con la propia tecnología hemos creado y que realmente
esté al servicio de fomentar la vida para todos y para toda la naturaleza. De
momento parece que no vamos por ahí.
Así lo
piensan y lo dicen cada día más científicos, los que son honestos, pero ni los
gobiernos ni los ciudadanos les hacemos caso, cada vez más drogados por el
ansia de tener, de consumir y de triunfar. El maravilloso planeta en que
vivimos (de momento no conocemos ningún otro como él) no puede soportar este
ritmo de vida consumista y depredador que ejercemos sobre él los países
desarrollados. Así, un ciudadano de EE.UU. consume 3 veces más que uno de la UE
(Unión Europea), y este 2,5 más que un africano.
Los Gases
de Efecto Invernadero (GEI) son el mayor responsable del deterioro del planeta.
De los gases más contaminantes, el Continente africano es responsable solo del
3 % del CO2, China del 30,7 %, EE.UU. del 13,8 %, y Europa del 7 %. A mayor
consumo más repercusión negativa en el Medioambiente, incluido el aire, ese
gran alimento de cada instante. Un proceso que comenzó con la revolución
industrial a partir de la invención de la máquina de vapor en 1769 por James
Watt.
Con esta revolución industrial, empezó a crecer, cada vez más, la generación los Gases de Efecto Invernadero (GEI), que, como la gran cubierta de un invernadero, impiden que el gran calor, recibido del sol, después de calentar la tierra, no pueda retornar al espacio exterior, con lo que la tierra y su atmósfera se calientan cada vez más y el cambio climático se haga cada día mayor, y el medioambiente global se adultere progresivamente, junto con otras causas derivadas del cada día mayor desarrollo industrial y tecnológico, que afecta a todo el Sistema Tierra en todo su conjunto.
(CONTINUARÁ).
Faustino Vilabrille faustino@faustinovilabrille.es
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