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sábado, 5 de agosto de 2017

EL HOMBRE Y LA MADRE TIERRA: Transgénicos

Comentarios a la Encíclica Laudato Si, del hermano Francisco, Obispo de Roma, uno de los Documentos más importantes de la Iglesia en los últimos tiempos, que todos debemos conocer y sobre todo practicar, para el bien del ser humano y de la Casa Común, que es nuestra Madre Tierra. 
Con este Comentario número 7 continuamos el análisis del escenario de la Tierra, Quedan muchas más consideraciones que hacer, como la desaparición de especies, la contaminación por medicamentos, el despilfarro de alimentos y ropa, etc. a las cuales dedicaremos el próximo comentario, que ya será en el mes de septiembre.
Entre tanto felices vacaciones a tod@s, a los que las tengan, y a los otros ¿qué?.

Otro problema preocupante sobre el cuidado del Planeta son los Organismos Genéticamente Modificados, OGM, o TRANSGÉNICOS. Oímos hablar a todas horas de organismos y alimentos transgénicos.

¿Qué son los transgénicos?.

Un TRANSGENICO es un organismo vivo que ha sido creado artificialmente manipulando sus genes. Las técnicas de ingeniería genética consisten en aislar segmentos del ADN (el material genético) de un ser vivo, (virus, bacteria, vegetal, animal e incluso humano) para introducirlos en el material hereditario de otro.
Por ejemplo, el maíz transgénico que se cultiva en España lleva genes de una bacteria que le permite producir una sustancia insecticida que lo hace resistente al taladro del maíz, una oruga que daña las mazorcas y el tallo del maíz, la cual al ingerir maíz transgénico se muere. El ADN es una molécula que contiene la información genética necesaria para que los seres vivos nazcan, crezcan, se desarrollen, se reproduzcan, etc.
ALIMENTOS TRANSGENICOS son productos alimenticios a los cuales se les han incorporado, mediante la biotecnología, genes, células vivas, cultivos de tejidos o moléculas derivadas de otro organismo a fin de obtener, modificar o mejorar un producto.

A)- PRODUCCION DE TRANSGENICOS EN EL MUNDO:

La producción de alimentos transgénicos en el mundo ha ido aumentando sin parar: 

Los grandes productores de productos transgénicos en el mundo son los siguientes:

Otros muchos países los producen pero en menor cantidad.

Principales productos transgénicos: Los productos transgénicos más importantes, afectados por manipulación genética, son: maíz, soja, algodón, girasol, patatas, arroz, trigo, caña de azúcar, tomates, etc.Todos los productos derivados de los mismos que o entren en su composición contienen transgénicos en mayor o menor grado, lo cual quiere decir que están presentes en miles y miles de productos, como leche y sus derivados, salchichas, mortadela, jamón, huevos, margarina, aceite de maíz, galletas, pan, etc., etc.

España: En 2016 se cultivaron en España 129.081 hectáreas con variedades vegetales transgénicas, en concreto, el maíz transgénico MON-810 creado por la multinacional Monsanto. Esta cifra representa un aumento del 19,8% respecto a la extensión cultivada con maíz transgénico en España en 2015, según el balance anual mundial elaborado por el Servicio Internacional de Adquisición de Aplicaciones de Agrobiotecnología.

Polémica: Los transgénicos desde su origen siempre han estado rodeados de polémica, sobre todo porque no hay el cien por cien de seguridad de que no sean nocivos para la salud humana, animal y ambiental, y por la sospecha de que los informes que se publican sobre ellos no sean científicamente objetivos y totalmente ajenos a los intereses comerciales, pues detrás de ellos se mueven cantidades ingentes de dinero de las grandes multinacionales agroquímicas como Monsanto, Bayer, DuPont, Dow, Syngenta, ChemCina, BASF, etc., que a su vez son las que elaboran los informes técnico-científicos, por lo que son juez y parte.
Si los EE.UU. y la UE lo permiten, y ya lo están haciendo, las seis más grandes multinacionales ya citadas quedarán fusionadas y reducidas a tres aún más grandes, que son:  

La consecuencia inmediata es:

B)- CONCENTRACION Y MONOPOLIO DE LA PRODUCCION DE ALIMENTOS por tres enormes empresas agroalimentarias:

Las cuales controlarán el 60 % de las semillas del mundo, el 70 % de pesticidas y productos químicos para alimentos y casi todas las patentes de alimentos transgénicos del mundo. Bayer y Monsanto ya se han fusionado. ¿Qué consecuencias pueden tener estas megafusiones para la producción agrícola mundial y la seguridad alimentaria?.

1) El poder del mercado: Este poder de mercado redundará en una menor competencia: unas pocas corporaciones estarán en mejores condiciones que nunca para imponer productos, precios y calidades. Esto significa menos opciones para los agricultores, menos diversidad en los campos, y mucho menor margen de libertad para nosotros los consumidores.

2) Pérdida de biodiversidad: Se acelerará la ya dramática pérdida de biodiversidad provocada por la agricultura industrializada, pues estas tres corporaciones se basan en un modelo agrícola que apuesta a un constante aumento de la productividad y la explotación de superficies cada vez mayores a base de monocultivos y el uso intensivo de pesticidas, insecticidas y plantas genéticamente modificadas. No podemos ignorar que con el afán de aumentar la producción le estamos quitando a la Naturaleza el mecanismo de seguridad más importante que ha poseído a lo largo de los siglos: la biodiversidad.
La biodiversidad agrícola es un tesoro precioso heredado de las generaciones que nos precedieron y que tenemos la obligación moral de transmitir en su integridad a las generaciones futuras. (Recuérdese lo que pasó con la patata en Irlanda, cuando fue necesario acudir a los centros de diversidad del área andina para volver a asegurar la producción de patata en Irlanda). (Ver VI congreso Mundial de Bioética en Gijón, 2009, pág.12).

3) Los seres humanos necesitamos comer: Lo que despierta la máxima preocupación es que los tres conglomerados, al manejar las semillas, poseen el sector clave por excelencia de la producción agrícola y la seguridad alimentaria; solamente Bayer-Monsanto se adueñará de un tercio del mercado global de semillas comerciales. El control de las semillas conlleva el control de un mercado más importante que ningún otro y que siempre existirá, porque los seres humanos y los animales tenemos que comer. Se dice que «quien tiene la semilla, tiene el poder». Quien cuenta con semillas y material genético y se asegura ambos con una patente, obtiene el control de la agricultura, la producción de alimentos, los medios de subsistencia y la alimentación del mundo.

4) Sin preocupación por la transformación socio-ecológica y por quitar el hambre del Tercer Mundo: Si hay alguien que no tiene ningún interés en la transformación socio-ecológica del sector agrícola, ésos son las grandes corporaciones agroindustriales. A pesar de las falsas declaraciones a favor de los débiles, lo que éstos persiguen no es terminar con el hambre en el mundo ni ayudar a los pequeños agricultores en el Sur global. Las empresas transnacionales que obtienen sus ganancias esencialmente con pesticidas sintéticos y semillas manipuladas genéticamente y patentadas, harán lo posible para consolidar e implantar, cada vez a mayor escala, la actual agricultura industrial.

5) Desde el poder económico imponer poder político para que éste esté a su servicio: Para poder seguir haciendo lo mismo que han hecho hasta ahora, intentarán transformar su influencia económica, cada día mayor, en influencia política. Ejemplo: Bil Clinton, alabó a Monsanto en el discurso de su toma de posesión de la Presidencia de los EE.UU. Bayer es la joya empresarial de Alemania: no pocos miembros de su gobierno han pasado antes por esta multinacional.
De hecho las grandes multinacionales invierten cuantiosas cantidades de dinero en sobornar los organismos políticos y administrativos en países del Tercer Mundo.Ya en el año 2005 pagaron en sobornos en Africa 315.000.000 de €.
Las mega-corporaciones quieren imponer su modelo agrícola también en los países del Sur global. Para ello, necesariamente destruirán las efectivas formas de producción de los pequeños agricultores, a los que expulsan de sus tierras con monocultivos en fincas inmensas trabajadas con grandes máquinas, como vimos en el comentario número 6. Así, su predominio representa un peligro para la soberanía alimentaria, sobre todo del Tercer Mundo. Con sus ansias de poder esquivan el ODS (Objetivo de Desarrollo Sostenible) número 2, que tiene como meta terminar con el hambre, menoscabando el derecho a la alimentación.

6) Fracaso de la legislación vigente: Las fusiones en el sector agrícola muestran hasta qué punto fracasan las leyes vigentes que reglamentan las fusiones de empresas. A escala global, no existe coordinación en política de defensa de la competencia, ni existen instrumentos para limitar el poder de las grandes corporaciones. Para que esto cambie, las cuotas de mercado deberán ser siempre transparentes, como también las patentes, la propiedad y estructura de la empresa, de tal manera que ninguna empresa posea simultáneamente cuotas relevantes de mercado en semillas, recursos genéticos, pesticidas, datos agrícolas, etc.
Estas grandes fusiones también pretenden privatizar la investigación biogenética e incluso conseguir de los Estados la ilegalización de las semillas tradicionales de los campesinos, lo que nos podría conducir a un punto de no retorno si fuera necesario recuperarlas por las consecuencias negativas que en su día pudieran tener las transgénicas, las cuales pudieran tardar años en aparecer.
Las autoridades de defensa de la competencia deberán prohibir en un futuro la fusión de empresas que sobrepasen el 20 % de cuota de mercado, en vez del 40% actual, así como evaluar el impacto de la fusión sobre los proveedores, los consumidos, los derechos humanos y laborales y la repercusión en el medio ambiente.

C)- CONCENTRACION Y MONOPOLIO DE LA DISTRIBUCION DE ALIMENTOS:

Acabamos de ver la enorme concentración y monopolio de la producción de alimentos. Vamos a ver a continuación lo mismo en su distribución. Diez son las grandes multinacionales que controlan la distribución:
El siguiente cuatro lo refleja perfectamente:

El volumen que mueve cada una de ellas, ordenado por volumen de ingresos, es el siguiente:
1.-Nestlé: 90.300 millones de dólares
2.-PepsiCola: 66.500 millones de dólares .
3.-Unilever: 60.200 millones de dólares.
4.-Mondelez (Kraft): 55.400 millones de dólares.
5.-Coca-Cola: 44.300 millones de dólares.
6.-Mars: 30.000 millones de dólares.
7.-Danone: 25.000 millones de dólares
8.-Associated British Food: 17.200 millones de dólares
9.-General Mills: 15.000 millones de dólares.
10.-Kellogg’s: 13.200 millones de dólares.

Lo consumidores estamos en medio de dos grandes monstruos: los productores y los suministradores.

Control de lo que compramos y consumimos: Los consumidores debemos conocer lo mejor posible lo que comemos, sin dejarnos manipular por la publicidad. En cuanto sea posible consumir productos locales y de temporada, pues esas Multinacionales no controlan el mercado de los productos frescos. Rechazar los productos de las multinacionales que utilizan mano de obra pobre, esclava y barata, pagan una miseria a los productores del Tercer  Mundo y a sus empleados, y no se preocupan para nada del Medio Ambiente, no sólo produciendo indebidamente, sino también trayendo los productos desde muy lejos, gastando en el transporte mucha energía y contaminando. Apoyemos el pequeño comercio y al productor artesano. En cuanto nos sea posible controlemos bien lo que metemos en la cesta de la compra que luego va entrar por nuestra boca, pues por ella puede entrar la salud y la enfermedad, la vida y la muerte.

Comer todos los días algo vivo: Casi todo lo que venden estas 10 multicorporaciones son productos muertos. Los productos muertos (carne, pescado, conservas, etc.) no deben constituir la base exclusiva de nuestra alimentación. Todos los días debe llegar algo vivo a nuestra boca, como la lechuga, los tomates y otras verduras y frutas, compradas en comercios locales y de confianza, que estén exentos en lo posible de transgénicos e insecticidas sintéticos.

Transgénicos en los productos y etiquetas: Debemos leer las etiquetas con detenimiento para rechazar todos aquellos productos que sean susceptibles de contener transgénicos. Por supuesto rechazar todo aquello que identificamos como comida basura y educara los niños para que ni de lejos miren para esos productos.

Por eso tiene razón el hermano Papa Francisco cuando dice: ...Se pretende legitimar así el modelo distributivo actual, donde una minoría se cree con el derecho de consumir en una proporción que sería imposible generalizar, porque el planeta no podría ni siquiera contener los residuos de semejante consumo” (Lautado Si,50).

Es difícil emitir un juicio general sobre el desarrollo de organismos genéticamente modificados (OMG), vegetales o animales, médicos o agropecuarios, ya que pueden ser muy diversos entre sí y requerir distintas consideraciones (Laudato Si, 133).
Si bien no hay comprobación contundente acerca del daño que podrían causar los cereales transgénicos a los seres humanos, y en algunas regiones su utilización ha provocado un crecimiento económico que ayudó a resolver problemas, hay dificultades importantes que no deben ser relativizadas. En muchos lugares, tras la introducción de estos cultivos, se constata una concentración de tierras productivas en manos de pocos debido a «la progresiva desaparición de pequeños productores que, como consecuencia de la pérdida de las tierras explotadas, se han visto obligados a retirarse de la producción directa». Los más frágiles se convierten en trabajadores precarios, y muchos empleados rurales terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades. (Laudato Si, 134).

BIBLIOGRAFÍA:  Sobre transgénicos hay mucho escrito. En Internet encontraremos innumerables entradas. Por ejemplo:
  • Nueva Sociedad: Junio 2017: Por Heike Moldenhauer,  jefa de Ingeniería Genética de Bund für Umwelt und Naturschutz Deutschland (BUND), una organización no gubernamental dedicada a la preservación de la naturaleza y el cuidado del medio ambiente.
  • También disponen de mucha información y actividades concretas Greenpeace y Ecologistas en Acción.

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