La carta redactada a continuación es de José Arregi y fue escrita el 17 de junio de 2015.
No
me importa de qué partidos sois, y ojalá que tampoco os importe a vosotros en
vuestra práctica de gobierno. No quisimos escoger –aunque el sistema nos obligó
a hacerlo– una papeleta con una lista entera, cerrada, elaborada no sabemos
dónde ni por quién. No quisimos escoger militantes de un partido, sino hombres
y mujeres del pueblo, gente de la calle, vecinos y vecinas de barrio.
Os
elegimos como pudimos, pero ahí estáis, concejales y concejalas de nuestros
pueblos y ciudades. A pesar de todo, y de nosotros mismos, representáis lo más
generoso y lo mejor de la política: el compromiso a favor de los ciudadanos, no
de los partidos convertidos en fin. Representáis la política a pie de calle, al
servicio de la gente Ojalá en vuestra labor seáis libres de los altas
directivas, aun cuando en muchos casos sean ellas las que os han designado.
Ojalá hagáis caso omiso de las encuestas de voto, y os mantengáis ajenas,
ajenos a los turbios engranajes del poder. Ojalá practiquéis una política digna
de ese nombre: una política humana, con alma y sensibilidad, con espíritu y
entrañas, con inteligencia y compasión, que no son dos cosas, sino una y la
misma.
Sois
sin duda la abrumadora mayoría de los políticos, si podemos llamaros así. En la
gran mayoría de los casos, hacéis política sin pertenecer a la clase política,
sin someteros a sus servidumbres y sin enzarzaros en sus querellas sin fin. A
pesar de ello –justamente por ello, habría que decir más bien–, no ocupáis las
primeras planas ni los titulares de los grandes medios, a no ser allí donde los
grandes partidos y los medios poderosos os utilizan para sus propios intereses,
que no son los nuestros, tampoco los vuestros. ¿Pero de qué nos hablan entonces
las primeras planas y los titulares?. ¿Y a quién sirven los que hicieron de la
política su oficio?.
No
hagáis de la política vuestro oficio, cuánto menos medio de ascenso y de lucro
personal. Seguid siendo lo que sois, lo que vuestro nombre indica.
"Concejal" viene del latín concilium,
que en su origen significaba una asamblea ciudadana encargada de administrar
los asuntos de todos. Tiene, como veis, la misma raíz que "conciliar"
y "reconciliar". ¡Cuánto nos enseñan las palabras, si dejamos que nos
hablen con su intención originaria, la que tuvieron antes de que las hayamos
prostituido y manipulado, como sucede tanto en los foros políticos, que así
corrompen a la vez el lenguaje y la política. Os llamáis también
"ediles", que viene del latín aedes,
"casa". Así se llamaban en la antigua Roma los encargados de cuidar
los templos y las casas públicas. Pues eso: cuidad de nuestras casas, cuidad de
nuestra casa común, y de que todos tengan una casa. Cuidad de hacer de nuestros
pueblos y ciudades templos llenos de aliento vital, de calma y bienestar para
todos.
Ateneos
a vuestro nombre, a vuestro ser verdadero. Sed conciliadores allí donde haya
divergencias, que siempre las habrá. Sed reconciliadores allí donde haya
conflictos, que serán inevitables. No obedezcáis a las consignas de las
cúpulas, no sirváis a los intereses de los grandes. No caigáis en la tentación
de la política como profesión y como carrera, que sabemos a dónde conduce, ante
quién acaba postrándose, a quién acaba sirviendo, cómo acaban ignorándonos y
despreciándonos a la inmensa mayoría.
A
vosotros, alcaldes y alcaldesas recién nombradas, os damos la enhorabuena y os
expresamos nuestra gratitud, sobre todo a quienes vais a regir los municipios
más pequeños, ignorados de todos, y a quienes, gobernando las grandes ciudades,
vais a rebajaros el sueldo. También vosotras, vosotros, atended a la palabra,
al nombre que lleváis. "Alcalde", como sabéis, viene del árabe alqadí: "juez".
Juez es el que hace justicia. Haced justicia en todo aquello que esté en
vuestra mano. ¿Que es poco lo que podéis?. ¿Que no os queda sino administra las
migajas según unas leyes que otros os imponen?. Aunque así fuera, sed fieles en
eso poco y todo será distinto. Ya hemos visto a una alcaldesa impedir el primer
desahucio. No miréis a las cúpulas que os nombraron para la lista, sino a los
ciudadanos que os eligieron para su servicio. No miréis arriba, mirad abajo, a
los de más abajo. Sed justos y haced justicia.
¿Qué
es justicia?. Es que todos –¡todos!– tengan una casa y vivan con dignidad. Que
todos coman. Que nadie robe y tenga demasiado. Que nadie deba rebuscar de noche
en el contenedor de la basura. Que los derechos humanos no dependan del color
de la piel ni de unos papeles ni de unas fronteras, siembre impuestas a la fuerza. La justicia requiere resistir a los dictados de los grandes poderes, a los que
tan sometidos están los grandes partidos. Justicia es el máximo bien común
posible, el máximo estado de paz o bienestar posible de todos los seres.
No
habrá justicia sin paz ni paz sin justicia. No habrá justicia y paz si no
creéis que puede haberlas en este mundo en peligro. Pero sólo las habrá
empezando desde abajo, y aportando cada día un granito.
José Arregi
PARA NUESTRA REFLEXIÓN:
Han pasado ya unos meses desde que se celebraron las últimas elecciones
municipales y autonómicas en España.
La carta, sin embargo, sigue estando vigente al 100% (también en la
política existe la paruxía: "ya está aquí pues hay signos,... pero todavía
no ha llegado a la plenitud").
Proponemos a continuación algunas cuestiones para la reflexión comunitaria y
para que las conclusiones a las que lleguemos incidan de alguna manera después
en nuestro compromiso sociopolítico, fuere cual fuere la plataforma
sociopolítica en la que militemos.
- José Arregui señala un buen
abanico de contradicciones que hoy se observan en los partidos políticos
españoles y que impiden o al menos dificultan gravemente el ejercicio
honrado de su cometido; ¿cuáles son a tu juicio esas contradicciones o
incoherencias más graves?.
- ¿Cuáles son las prioridades
reales de nuestros pueblos, ciudades y comunidades autónomas?.
- ¿Qué actitudes y caminos de
solución propone José Arregui para devolver al ámbito de la política y de
la gestión de las responsabilidades en la administración de municipios y
comunidades autónomas el prestigio, el valor, honradez y honestidad que hoy parecen estar de vacaciones en este país?.
- ¿Qué pensamos de esos
"pactos" que se hacen UNA VEZ HECHO EL RECUENTO DE VOTOS en los
que acaba gobernando no la proporción resultante demandada por la ciudadanía sino
únicamente los intereses y criterios ideológicos partidistas?. ¿Dónde queda ahí la
presencia de gran parte de la población que no se ve representada en los
cargos políticos que finalmente ocupan silla?, ¿dónde está el tan cacareado "vamos a gobernar para todos"?. ¿Cómo habría que solucionar
esta situación?.
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