Basta entrar cualquier día en las noticias divulgadas a través de internet
(y últimamente incluso ya en televisión que ha estado guardando silencio
absoluto hasta la fecha sobre el asunto) para escuchar y ver información al
respecto.
Si hacemos un repaso a la Historia para hallar episodios de persecución
religiosa podremos encontrar materia para llenar enciclopedias enteras; todas
las confesiones religiosas han sido perseguidas por la intransigencia increyente de otros y éstas a su vez se han
convertido en perseguidoras de otras diferentes a su credo.
Si analizamos las CAUSAS de estas persecuciones podremos comprender, aunque
no aceptar, las razones de esa persecución:
- Miedo a lo que esa confesión
religiosa que está naciendo puede suponer frente al status actual de la
sociedad.
- Recelos ante esa confesión
religiosa por entenderla como rival, competidora,... máxime cuando hay
ciertos intereses que nada tienen que ver realmente con lo religioso.
- Un paso más: Rechazo debido a
que esa confesión religiosa pone en tela de juicio el modus operandi del
status actuar, lo deja en evidencia y supone un peligro para la
pervivencia de ciertos privilegios infundados.
- Ignorancia sobre lo que es
realmente esa religión y del valor que tiene para los fieles que tratan de vivirla, ignorancia del valor de la dignidad humana y falta de respeto a sus derechos inalienables.
- ...
Si
entendemos la "religión" como "un camino, un conjunto de signos,
rituales, gestos y creencias que sirven al ser humano para relacionarse con la
divinidad"... ¿tiene sentido que se pueda organizar e incluso legitimar la
cacería de quien decida vivir una religión distinta de la de uno o incluso
acosar, insultar, agredir y perseguir hasta la muerte a todo aquél que tenga
una creencia religiosa, sólo por el hecho de confesarse creyente?.
Creer, sólo
se puede creer en Dios.
Si la fe es
en Dios y no en nosotros ni nuestros inventos -ni siquiera en los inventos para
relacionarnos con Él- ¿tiene sentido perseguir y tratar de aniquilar a quien no
quiera atarse a mis métodos o formas para relacionarme con Él?. ¿Qué es
realmente lo importante: la fe en Dios -le queramos llamar conforme nos dé la
gana llamarle- o las "formas" en que expresamos y vivimos esa fe?.
Es obvia la
respuesta. Sin embargo hemos valorado tanto "las formas" que hemos justificado
auténticas atrocidades sólo por diferencias en esas formas cuando la fe era la
misma y cuando todos buscábamos al mismo Dios (aunque le vistiéramos de manera
diferente unos y otros),... en el pasado y en el presente,... ¿y en el futuro?.
Claves para
entender la persecución y acoso contra los creyentes cristianos.
Tenemos
algunas, entre ellas lo que apunta este artículo: http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=37067
A modo de síntesis, se nos persiguió y se nos perseguirá siempre:
- Porque anunciamos y mostramos a
Alguien que es Camino, Verdad y Vida y, sobre todo, es AMOR, promoción de
la justicia y todos los valores propios del Reino de Dios. Esto no gusta a
los poderes que viven y obligan a vivir de espaldas a esos valores.
- Porque somos referencia crítica
frente al "pensamiento único" (laicista o
religioso-fundamentalista, ambos se dan la mano en esto plenamente) que
cosifica todo incluso a las personas y su dignidad. Esto desestabiliza,
tampoco gusta porque dificulta sus planes y conviene convencer a todo el
mundo de que "la religión o bien entra sólo en el ámbito de lo
privado, o bien debe someterse a las exigencias de un estado que se autoproclama
basado en una determinada creencia religiosa" y de esto último ha habido
ejemplos incluso entre naciones que se decían cristianas-.
Las
alternativas son obvias: "O claudicamos de nuestra fe para así salvar la
vida, el pellejo,... o bien viviremos el acoso constante, la amenaza, vejación
e incluso la muerte". Mas... así profetizó el mismo Jesucristo: (Lc.
21,12-17; Jn. 15,20).
Nuestra
actitud.
No han
faltado expresiones frente a esta persecución absurda y fanática que hablan de
"imposibilidad de mantenerse fieles al mandato de Jesús: "Amad a
vuestros enemigos..." (Mt.5,44)" y dudan de la fe de los cristianos y
han augurado que "llegará un momento en que tendrán que defenderse con las
mismas armas con que son acosados".
Otros airean
constantemente cualquier atropello de unos o de otros contra los cristianos
generando un rechazo generalizado a la globalidad de unos y de otros.
En uno y
otro casos no está Dios; en uno y otro caso sólo hablan el rencor, los deseos
de resarcirse con la misma violencia o con otras que no sólo dañarán a quien se
dirige sino también a quien la ejerza.
La cuestión
es: ¿Somos cristianos... o somos un reflejo de lo que arremete contra
nosotros?.
Si somos
cristianos...
Si somos
cristianos:
- Amemos a quien nos hiere.
- Oremos por quienes nos
persiguen.
- Nunca devolvamos mal por mal.
- Consideremos a nuestro Dios
como quien es realmente: Padre de todo ser humano, también del increyente e incluso anticreyente o de quien dice profesar otra religión y nos persigue a muerte. (Si no
fuera así ¿podríamos rezar el PADRE NUESTRO?).
- Y, por lo tanto, seamos capaces
de llamar "HERMANO, HERMANA" a todo hombre o mujer sin hacer
distinción alguna.
- Perdonar, perdonar siempre, no juzgar ni condenar.
- Trabajemos por el Reino de Dios
y su justicia,... que todo lo demás se nos dará por añadidura.
Nadie dijo que "ser cristiano fuera algo simplón o vulgar".
- ¿Qué conclusiones obtenemos de la homilía del Papa Francisco sobre la persecución a los cristianos?.
- ¿Qué otras causas apuntaríamos sobre las causas de persecución ejercida contra los cristianos?.
- ¿Son nuestras respuestas ante el acoso y persecución acordes con el mensaje del Evangelio?; ¿en qué sentido crees que sí y en qué sentido no?.
- ¿Qué actitudes reforzar y ampliar para vivir con espíritu cristiano el acoso y la persecución?, ¿cómo evitar caer en lo mismo que criticamos?.
- ¿Qué gestos personales y comunitarios podríamos llevar a cabo para trabajar por un mayor y mejor diálogo fe-cultura y también diálogo interreligioso?.
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