La ONGD católica Manos Unidas (www.manosunidas.org) ha presentado su Memoria Anual, con
datos de 2013, en la que muestra que, a pesar de la reducción de ingresos por
ayudas de la Administración, ha podido financiar 601 proyectos en 57 países
distintos, de los que se han beneficiado más de 3 millones de personas
A pesar de la crisis, Manos Unidas ha
destinado más de 37 millones de euros «a servir a los más pobres entre los
pobres, aquellos que habitan en las periferias, tal como nos pide el papa
Francisco en su primera exhortación, Evangelii Gaudium».
Menos
ingresos públicos.
Según informa la Memoria, en 2013, Manos
Unidas tuvo unos ingresos por recaudación de más de 43 millones y medio de
euros (43.653.502 euros), de los cuales un 89,6% (39.113.000 euros) provino del
sector privado, mientras que el sector público aportó sólo el 10,4% (4.540.000
euros) del total.
Estos resultados muestran una recaudación
todavía mermada por la crisis, con un descenso del 8,9% respecto al año
anterior, que se debió, principalmente, a la abrupta caída de las aportaciones
públicas, que sufrieron un recorte del 34% frente a 2012.
A pesar de ello, «el apoyo incondicional de
nuestros 84.524 socios, nuestro pilar fundamental, y la austeridad y sobriedad
que caracteriza a todas nuestras acciones», han compensado con creces el
recorte público. La buena gestión de la ONGD ha hecho el resto y «nos han
permitido destinar el 90,6% de nuestros gastos a los fines de Manos Unidas, que
no son otros que la sensibilización (5,8%) y proyectos de desarrollo (84,8%)».
El
resto de los gastos ha ido a la administración y estructura de la ONG (7,4%) y
a la promoción y captación de recursos (2%).
601
proyectos, 37 millones de euros, 3 millones de beneficiados.
A lo
largo de 2013, Manos Unidas aprobó 601 proyectos en 57 países de África (271
proyectos), América (123) y Asia (207), «destinados a permitir, como exhorta el
Papa, que todos los pueblos lleguen a ser por sí mismo artífices de su
destino», y financiados con más de 37 millones de euros «destinados a paliar
los efectos de la pobreza, la exclusión y la desigualdad, que sufren más de 3
millones de personas beneficiarias de los proyectos en los que colaboramos».
Ayudas
de emergencia.
Además, Manos Unidas respondió no sólo a los
proyectos de largo y medio recorrido, sino también a varias situaciones de
emergencia, «a esas tragedias causadas por el hambre, los conflictos, los
desastres naturales o la climatología adversa», a través de 27 acciones de
emergencia, a las que destinó casi 1,3 millones de euros.
Los beneficiados fueron casi 614.000 personas,
víctimas de conflictos (refugiados sirios en Jordania, Sudán del Sur, Somalia,
República Centroafricana...), víctimas del hambre (Etiopía, Eritrea, Mali,
Norte de Kenia...) o de desastres naturales (Filipinas, Guatemala, Norte de
India o Haití...).
Lo más
valioso: 5.300 voluntarios.
Al presentar su Memoria, Manos Unidas ha
aprovechado para dar las gracias por su capital más valioso: «el apoyo de
nuestros casi 5.300 voluntarios, de miles de personas anónimas, de empresas,
organismos e instituciones, capaces de comprender que más allá de nuestras
fronteras la crisis es una cuestión de supervivencia».
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